miércoles, 29 de junio de 2011

Antonio Pérez Lorenzo (“Totoño”)


Si un buen aficionado de cualquier parte del mundo viniera a Canarias y nos pidiera le presentáramos al aficionado con más conocimientos de las islas, lo invitaríamos a Tazacorte para presentarle a Antonio Pérez Lorenzo, o sea “Totoño”.
A sus ochenta años, “Totoño” es un archivo viviente de las riñas en La Palma, por no decir de toda Canarias, ya que tuvo gallos en Lanzarote y en Tenerife y ha conocido y conoce a infinidad de aficionados de todas las islas. En Lanzarote pelearon gallos fabulosos suyos, y en Tenerife tuvo muchas temporadas gallos en La Espuela. Iban siempre a nombre de Díaz y Pérez, ya que los casteadores eran él y Díaz Taño, ya desaparecido.
Como es habitual en el mundo gallístico, de casta le viene al gallo, ya que el padre de “Totoño” era don Diego Pérez, el mejor casteador de su época con don Saturnino Pérez. Al igual que ocurre con Orlando Dorta con respecto a Tenerife y Gran Canaria, “Totoño” es capaz de darnos informaciones de peleas de los años 40 y 50 como si las hubiera visto ayer. Esto asombra, y revela sin duda la pasión con que aficionados como ellos han vivido los gallos.
El primer gallo que tuvo “Totoño” en Tenerife fue el célebre “Soldadito”, así llamado porque él estaba haciendo el servicio militar en Tenerife. Allí, cómo no, le llevó el gallo a Pancho, que ese año de 1951 había vuelto a La Espuela para iniciar su última etapa dorada. El “Soldadito” hizo peleas espectaculares y decisivas con “el Músico”, quien siempre mostró una especial simpatía hacia el joven y avispado entusiasta tazacortense.
En “Totoño” encontramos pues al hombre que sabe como nadie todo lo referente al combatiente inglés y a la vez al aficionado cuya memoria de gallos, peleas, aficionados, cuidadores, anécdotas, temporadas, etc., es un tesoro inagotable. Porque además “Totoño” no ha dejado jamás la afición, y, tras unos años compartiendo con Alfredo Martín el día a día de la gallera de El Agujero, actualmente, de nuevo en La Palma, asiste a las peleas de Tazacorte y Los Llanos como a las de La Lucha y El Paso. Que lo sigamos viendo en ellas muchos años es nuestro más sincero deseo.

Manuel González, “el Remache”


¡Qué gran aficionado del Norte fue “el Remache”! Aún nos parece estarlo viendo en su bar a la subida de La Orotava para el Teide, en la calle Sor Soledad Cobián. Hombre muy temperamental, era también un conversador muy ingenioso, con quien se podía departir a la barra de su bar largo y tendido. Y así lo recordamos, por ejemplo, con Pedro el de las Tapias y Paco Falcón, allá por los fines de los años 80, cuando Paquillo cuidaba el partido y Pedro ya soltaba los gallos norteños.

Manuel González moriría en un accidente cerca de una playa majorera, cuando intentaba salvar a su hermano Antonio. Los Hermanos Crusanteros –que por cierto ya nacieron en La Orotava– son leyenda de la afición del Valle. Esta foto que presentamos hoy no ofrece la calidad deseable, pero sirve para recordar a este gran personaje de unos tiempos en que aún el Valle de la Orotava era –en gallos y en todo– lo que ya no es.

Frontón de Santa Cruz de Tenerife, 1944



Cuidó este año Pancho “el Músico” en el partido de La Laguna-Norte, con la gallera en la casa de don Juan Lissón. Fue la primera temporada de Pablo Amador con el maestro de galleros. La Laguna derrotó a La Espuela por 24 riñas en ocho jornadas, tomando así la revancha Pancho de Manuel Pérez Brito (“el Cegato”), quien dos años antes le había ganado por 2 riñas en seis grandes jornadas.
Acabada la temporada, se celebraron estas peleas entre las selecciones de Tenerife y Gran Canaria. Aunque se dice que la selección de Las Palmas la prepara el cuidador de San José, que era Domingo “el Boyero”, quien trajo los gallos, como recuerda hoy perfectamente Orlando Dorta, fue otro aruquense: Pepe Jiménez, que era entonces su ayudante, como lo sería al año siguiente de Pancho en La Palma.
Estas peleas las ganó Pancho por 5-2, perdiendo solo el primer y el quinto gallo. Como se verá todos los gallos de Las Palmas eran veteranos, sumando 10 riñas de contrata, mientras que Pancho llevó cinco gallos peleados, sumando 7 riñas.
El primer gallo era de don Saturnino, quien solía mandarle gallos a San José. Pero no solos eso, ya que se trata nada menos que del padre del “Perillón”, el celebérrimo gallo de don Adolfo “el Tejinero” que dejaría una huella en la isla de Tenerife por muchas décadas, por no decir hasta hoy mismo. El “Perillón” sería reñido luego por “Caballerito” y por “el Foño”, siempre en La Espuela. El padre del “Perillón” era de la afamadísima raza de los “escopetas”. Esta primera riña fue sensacional, ya que el giro de Pedro Dorta era otro gran gallo.
En la lista grancanaria vuelve a aparecérsenos el gran Alejo Yánez, ahora con un gallo de su casteo. De Fernando Cabrera y sus “comunistas” también hablábamos el otro día, al comentar el programa del 39. El giro de la quinta era de don Rafael Henríquez, otro de los casteadores fundamentales de aquella época, y también de Arucas. En cuanto a Daniel Navarro no es otro que el cronista “Ele” de “La Provincia”, también conocido por “Cacharrito”.
En la lista tinerfeña vemos a don Pablo Álvarez, aficionado de Tacoronte muy estimado y que tuvo gallos extraordinarios. Conocidísimos casteadores del Norte eran los Acevedo, Eduardo Pérez Ascanio y Vicente Linares. Por último, José Padrón era un aficionado de La Orotava, muy amigo del “Músico”.
Dos castas famosas de gallos aparecen destacadas: los “vandevalle” y los “tejineros” de don Adolfo. Los “vandevalle”, de don Antonio Vandewalle y Pinto, venían de los “monteverde”, y aunque eran tinerfeños aparece este en las filas de San José. Los “tejineros” venían de los años 10, pero estos ya son hijos del “Caña”, un gallo de fábula peleado por “el Músico” en Triana la temporada del 39.
Lo que sin duda no se permitiría hoy, en esta época que presume de “libertades” con respecto a aquella otra, es la publicidad de la casa Domecq!
Hubo, como se ve, una jornada de vuelta, en el Cuyás, y también la ganó “el Músico”, ahora por 4-2 y una tabla. Todos los gallos que llevó estaban peleados, mereciendo destacarse un giro de don Eduardo Pérez Ascanio que ganó por cuarta vez.

Circo Cuyás



Presentamos otra de las imágenes del Cuyás atrapadas por “el Mazantini” en la red, esta vez el patio de entrada. O de salida, ya que en la otra foto, de Luis Martínez, vemos al público saliendo de las peleas, entre ellos Alfonso Navarro Falcón, Pepe de la Fe, Paco Melián, Talavera...

Registremos que, cuando el Cuyás se botó abajo, en 1966, no hubo ni una sola queja en la prensa de la isla... Todo lo justificaba el “progreso”, incluido el de sustituir una obra maestra arquitectónica, y de intensísima memoria, por un edificio carente del mínimo valor, idéntico a tantos otros.

“Gallino Negro”

La temporada 2010-2011 se cerró con una polémica interna con “Gallino Negro”. Esta polémica, sobre todo por nuestra parte, no tuvo nada de ejemplar, y que haya quedado entre nosotros redunda en beneficio de la página, que debe ahorrarles a sus lectores la aspereza de las posiciones encontradas. Toda polémica es siempre muy desgastante y deja secuelas indeseables, cuando no resulta, además, inútil.
Resumiendo al máximo, la polémica con “Gallino Negro” evidencia la tensión, o contradicción, con que tiene que enfrentarse el blog de nuestra página. Por un lado, como es bien sabido, no nos agradan en absoluto las innovaciones que de modo acelerado se han venido haciendo, y se seguirán haciendo, en lo que fue una tradición muy bella, que permaneció incólume durante siglos. Por otro, si el blog se cerrara a esas innovaciones, la parte de actualidad tendría que desaparecer en su integridad, automáticamente. Hemos intentado un equilibrio, pero está claro que la balanza se inclina absolutamente contra nosotros.
Algunas posiciones de “Gallino Negro” no coinciden con las de esta publicación, pero también hay que decir que al manifestarlas en sus crónicas no ha habido nunca en él ninguna mala fe. Para nosotros, aparte una persona estimada a quien conocemos hace muchos años, es un aficionado extraordinario a quien solo guía el deseo de exaltar la afición gallística. Sus crónicas han sido inteligentes e imparciales, y a ellas hay que sumar el envío de una documentación fotográfica magnífica. En nuestra página, tras una discusión que, repito, no ha sido para nada pacífica, sigue gozando el crédito que le dimos en un principio, cuando se inició esta temporada, aunque sin duda nos hubiera gustado verlo más cercano a la línea editorial de este blog.
Le damos así punto y final a este enojoso intercambio epistolar. Nos hemos disculpado y hemos rectificado. Que él recupere la confianza en esta publicación, ya no depende de nosotros. Por nuestra parte, la cuestión queda zanjada con el mismo lema con que él concluía uno de sus correos: “¡Larga vida a los gallos!”.

“Mi gallo pinto”, una canción panameña

Nuestro amigo, el gran aficionado y casteador Jean-Paul Suárez, es quien nos ha enviado, desde Panamá, la bella canción que hemos insertado en esta página tras el vídeo de Tazacorte y Los Llanos.

“Mi gallo pinto” es composición de Ricardo Fábrega, cantada por Silvia de Grasse, la reina de la tamborera panameña, figura excepcional de su tierra, nacida en 1921 y desaparecida en 1978.

miércoles, 22 de junio de 2011

Grandes aficionados tinerfeños

Ya no estaba Jorge Benítez bien cuando lo fotografiamos, en la gallera del Norte, junto a Asdrúbal Bethencourt y Julito Castellano. Jorge no solo fue un cuidador finísimo –discípulo inteligente de Pablo Amador y Julián Castillo–, sino una persona cuya sencillez y simpatía lo hicieron acreedor de la estima general.
Asdrúbal Bethencourt, cronista, casteador y hasta cuidador algunas temporadas, fue uno de los principales y más sabios aficionados de la isla a lo largo de más de medio siglo. Sabía lo que eran los gallos finos y conocía bien la historia de los gallos en Canarias. Mucho escribió sobre los grandes cuidadores, como “el Foño”, Adolfito o, sobre todo, “el Músico”, del que tan cerca estuvo durante su larga su andadura tinerfeña a partir de los años 40.
Julito Castellano heredó de su padre la afición, y aun tuve el placer de encontrármelo hace unas semanas en las peleas de Güímar, siempre extrovertido, entusiasta, irreprimible. ¡Atención al que no lo conozca! De pronto impresiona, porque parece que se llena de malas pulgas, pero es pura ilusión, ya que la sonrisa le aflora con la misma y ahí tenemos al verdadero Julio. Su padre, un aficionado como la copa de un pino, ya no va a las peleas, pero nadie olvida su figura enorme ni su vozarrón. Figura que no solo heredó su hijo, sino su nieto, quien también gusta de los gallos bravos. Tres generaciones de Julio Castellano...

Julio Castellano García






Preparada la nota anterior, nos llega la noticia del fallecimiento, a los 74 años, de Julio Castellano, a quien hicimos en el “Diccionario gallístico de Canarias” la siguiente breve semblanza:


“Entusiasta aficionado güimarero, asociado al partido de su localidad durante varias temporadas y, sobre todo, al de La Espuela. Maestro de amistades, destacan las que lo han unido a Pablo Amador, Emilio de la Cruz y Alfredo Martín. En la temporada de 1985, un colorado suyo fue campeón de la contrata entre Garachico y Sur-Güímar, que cuidaba Piquito.”


La última vez que vi a su hijo, en las peleas de Güímar, le pregunté por él, diciéndome que ya poco salía de la casa. No me lo encontraba desde un campeonato que hubo en Los Campitos, pero entonces, aunque ya había superado duros golpes de la salud, estaba aún entero, pura energía y calor humano. Me llevó en el coche y, como siempre, hablamos de Pablo Amador, en ese caso por motivo de una foto que la viuda de este me había dejado y donde aparecen ambos en Lanzarote con unos amigos, foto que encabeza esta nota.


En la imagen del año 2000, sacada por mí en la misma isla (carpa de Teguise), vemos a algunos aficionados ya desaparecidos, como, junto al propio Julio, a Asdrúbal Bethencourt, quien, por otra casualidad, también aparece en la nota anterior. A la derecha, en la misma fila primera, otro gran aficionado, y buen amigo de Julio: Antonio González. López y Momo también son excelentes aficionados ya desaparecidos, el segundo, como Julio, otro de los numerosos taxistas que han sido entusiastas de los gallos.


Aunque nos despidamos de Julio con tristeza, también lo hacemos brindando por su recuerdo espléndido.

Buen campeonato de verano en Tazacorte

48 peleas se celebraron este fin de semana en Tazacorte, participando en ellas casteadores del partido organizador, Los Llanos, El Paso, La Lucha, la Nueva, la Guerra, La Choza, El Laurel y Hermanos Pulido. Con buena asistencia, se vieron gallos de mucha espuela y calidad, como es de esperar en aquella isla donde aún hay hasta quien cría sus gallos sueltos.
El primer clasificado fue Miguel Lorenzo, con un tiempo de 4:34. Segundos quedaron Daniel y María, con 6:29. Terceros los hermanos Pérez Quintero, con 6:50.
Daniel y María obtuvieron también el trofeo al gallo más rápido, ganador en 1 minuto y 29 segundos.

Circo Cuyás, 1939


Iniciamos hoy el comentario de algunos programas especialmente significativos o representativos, que pensamos llegar hasta nuestros días.

En 1939 se cerraba el primer ciclo de Francisco Dorta en Las Palmas de Gran Canaria. Fueron siete temporadas de fábula, consideradas las más grandes de la historia gallística de Canarias, aunque el retorno del músico orotavense a fines de la siguiente década daría, frente a Pepe Palmero, dos años a la altura de aquellos (1947 y 1949).
Si en la película de Los Llanos en 1988 calculamos unas 800 personas, imaginemos que en el Cuyás, la más bella gallera del mundo, se reunían 1.500, siendo lo más habitual el lleno.
En esta jornada ganó San José, donde cuidaba Pepe “el Picador” –otro gigante de la cuida clásica canaria–, por 4-3, pero Pancho llevaba una ventaja de 17 riñas. Vemos que había una segunda tanda, en la que llamamos la atención sobre la presencia de un gallo a nombre de Alejo Yánez, el único que está vivo de todos los nombres que aquí aparecen; entonces tenía 23 años y hoy 95. En años anteriores, lo habitual era que pelearan en segundas tandas Triana o San José con Arucas, pero ya en 1938 y 1939 se hizo sentir, por las secuelas de la guerra, la falta de gallos.
El único cronista regular de esta temporada fue don Alfonso Canella, en “La Provincia”. Como Canella no ponía sino el nombre de los dueños, nos hemos quedado sin saber quién era el casteador del fantástico “Barco de Guerra”, precioso giro carey de don Rafael O’Shanahan. Este enigma lo descifré yo a medias gracias a una nota de “Falange” que nos dice que el gallo era palmero. ¡Qué grandes gallos ha tenido siempre La Palma! En 1938, habían peleado en el Cuyás 21 gallos palmeros, entre ellos giros de Rafael Cabrera, don Saturnino Pérez, Ramos Ferraz o el médico Pérez Camacho. Quizás fuera un gallo dejado por estos grandes aficionados, sin olvidar que don Saturnino solía mandarle gallos a San José.
Veamos cómo reseñaba esta riña don Alfonso Canella:
“En tres domingos seguidos gana tres peleas monumentales, siendo esta última tan extraordinaria que cabe preguntar si este año, o quizás en años anteriores, pasó por la valla algo más serio. De entrada prende, aunque se encuentra con un enemigo formidable, que contesta clavando con fuerza terrible y agujereándole la rabadilla. Este tercio llega a lo inverosímil por lo salvaje, y al mismo tiempo, sin descomponerse, con coraje frío, como dos sabios maestros que calculan todo, se hartan de hundirse las púas. Producen pánico. El doctor O’Shanahan, que apadrina a su «poulain», ve como este parte a su contrincante temible y temerario, que queda en tierra y no puede levantarse a pesar del ruido ensordecedor de las palmas y del griterío de entusiasmo que estalla en este circo de orates. Cinco minutos.”
Desde su primera riña, este gallo de fábula hizo pensar en un acorazado, y de ahí un nombre que solo sabemos se le otorgó gracias a la memoria prodigiosa de Orlando Dorta, quien además, con humor hiperbólico, nos dice que el “Barco de Guerra” se cargaría a todos los gallos que hay en Canarias actualmente, uno detrás de otro.
Alfonso Canella llamaba en su crónica la atención sobre el hecho de que las tres primeras peleas las ganaban tres gallos propiedad de doctores: Enrique de la Peña, Rafael O’Shanahan y Manuel Márquez. Rafael O’Shanahan fue un prestigiosísimo psiquiatra, figura muy notable de la sociedad insular.
El gallo de don Enrique de la Peña logró este día acabar con un gallo extraordinario: el colorado raza “pizarra” de don Martín Castillo, casteado por él mismo, un gallo ganador de cuatro grandes riñas en las dos temporadas precedentes.
De los restantes nombres, destaca el de otro gran casteador grancanario: don Fernando Cabrera, célebre por sus “comunistas”, y el de don Juan Naranjo, a quien Orlando recuerda como una persona muy agradable, dueño del famoso “Payaso chico”.
La publicidad del Martini Rossi también tiene que se le diga, ya que su representante en Las Palmas no era otro que el dinámico empresario don Pedro Cárdenes. En las dos temporadas anteriores, uno de los gallos estelares fue el “Martini Rossi” de don José González Suárez, que era un giro “tamarán-payaso”. Tal vez hasta se trate del gallo que aparece en la foto del programa...

Foto (atrapada en la red por nuestro amigo “el Mazantini”): Gallera del Cuyás. Obsérvense los bancos de madera y, dato curioso, la puerta de la valla, que se abría no hacia afuera, sino hacia adentro.

miércoles, 15 de junio de 2011

Tato Reyes, Manuel Acosta Lorenzo y los campeonatos de Gáldar y Tazacorte

Homenajeamos hoy a un gran aficionado y amigo, Tato Reyes, puntal de la afición güimarera, y destacamos la gran temporada de Manuel Acosta Lorenzo, evocando los grandes gallos de Los Palmeros.
Gallino Negro nos hace la crónica de Gáldar. Nos satisfacemos con el triunfo de nuestro cronista en Gran Canaria, José Manuel Santana Ascanio, quien se hizo con el primer puesto de este torneo.
Hombre entusiasta, a Pepín debemos la rica información gallística que nos llega de Gran Canaria, una información siempre imparcial y generosa. Esperamos que su magisterio continúe en la próxima temporada, que realmente, como el otro que dice, se pone a andar desde este momento.
Tras sufrir un bache el pasado año, Pepín ha vuelto por sus fueros en este, pues no solo realizó una excelente campaña con sus “comanches”, sino que la redondea del modo más brillante, con esos tres jabatos que ganaron en los mejores tiempos.
*
Tras la crónica de Gallino Negro, insertamos las bases del torneo de fin de temporada que organiza la gallera de Tazacorte. Lamentamos que, por problemas informáticos, solo hoy nos haya sido posible hacerlo.

Tato Reyes


Uno de los grandes aficionados de la isla de Tenerife es sin duda Tato Reyes, a quien vemos aquí con uno de sus bonitos gallos, y en compañía de otro aficionado de toda la vida, el santacrucero Alberto Plasencia.
Tato Reyes ha encerrado siempre sus gallos en el partido de Güímar, del que es uno de sus baluartes desde hace muchos años. Sus gallos, con poca cantidad cada temporada pero, salvo los baches que sufre todo casteador, depurada calidad, han venido siempre a nombre de la Peña Las Lajas, formada por él e Iván Darias, quien por cierto lo sucedió en la presidencia de Güímar y es otro de los puntales actualmente de este gran partido.
Aficionado serio, Tato Reyes, como buen güimarero, es la hospitalidad personificada, un anfitrión siempre espléndido para los que acudíamos a la ciudad sureña (y los que siguen acudiendo) para disfrutar de nuestra afición favorita. Su franqueza y buen talante se evidencia, para quien sepa leer los rostros, en esta sencilla foto que le sacamos hace algunas temporadas.

Manuel Acosta Lorenzo


¿Quién no se acuerda de los gallos de Los Palmeros? Durante muchas temporadas fueron gallos punteros en el partido de Las Palmas-Telde, cuando celebraba aquellas inolvidables contratas con el de Arucas-Cardones. Uno de Los Palmeros era Manuel Acosta Acosta, o sea el célebre luchador Manolín, cuyo saber de casteador continúa hoy su hijo, Manuel Acosta Lorenzo, quien además es presidente y soltador del partido de Los Llanos de Telde. Aficionado serio, redondeó la pasada semana una temporada excepcional, ya que, tras quedar mejor casteador de su partido, se hizo con el más preciado de los trofeos que se otorgan en el Archipiélago, o sea el Pollo de Oro. En esta foto que sacó Nicolás Lezcano en Gáldar, lo vemos (camisa blanca, centro de la primera fila colectiva) junto a un grupo de aficionados de su partido.

Los Hermanos Santana Adán, campeones del torneo de Gáldar




Gallino Negro

Con concurrida y entusiasta afluencia se celebró, los pasados días 11 y 12 de junio, en el polideportivo de Gáldar, la novena edición del Campeonato de Casteadores, organizado por la Unión Gallística Galdar, en el que podían participar tandas de tres gallos, hasta un máximo de dos por criador. Si bien la mayoría de los participantes eran residentes, hubo una considerable presencia tinerfeña.
En la jornada del sábado se celebraron cincuenta y cinco riñas de las que destacaríamos dos: la de un melado de “Jony y Jonay” que perdió ante un colorado de “Amigos de Graci” en 4:00 minutos; y la de un colorado de “Cuba Nostalgia” que perdió ante un giro de “La Cantera” a los 4:30 minutos de emocionante lid. Y en cuanto a gallos, sin duda, destacaron los de Peña Los Yakuza, de Tenerife, que hicieron los mejores tiempos de la jornada.
El domingo hubo cuarenta peleas, de las que mencionaremos la de un retinto de Alfonso Oval que ganó a un retinto de “Palma Alta-La Era” en 5:30 minutos; la de un colorado de Peña Barronado que ganó a un jabado de Sr. Cadena en 4:18 minutos; la de un retinto de Alfonso Oval que ganó a un jabado de Peña El Arrastre en 8:15 minutos; o la de un colorado de “Dos Hermanos” que entabló con un gallino de “García Mesa y Eduardo”. Gallos destacables de esta jornada fueron los de “Finca Gomar”, un colorado de “Rampin”; los de “Cuba Nostalgia”, o los de los Hermanos Santana Adán” que, con un giro ganador en 0:35 minutos, se hicieron con el triunfo, desbancando a Peña Los Yakuza.
La clasificación quedó como sigue:
1º Hermanos Santana Adán, de Gran Canaria, con tres gallos ganadores y un tiempo medio de 5:45 minutos.
2º Peña Los Yakuza, de Tenerife, con tres gallos ganadores y un tiempo de medio de 10:52 minutos.
3º Finca Calvario, de Gran Canaria, con tres gallos ganados y un tiempo medio de 13:12 minutos.
El trofeo para el gallo más rápido fue para un melado de “El Cubano y El Canario”, de Gran Canaria, con un tiempo de 0:32 minutos.
*
Entre jornada y jornada, visitamos la “Asociación Deportiva para la cría del gallo de pelea La Montaña”, o sea, la gallera de Antonio Bolaños, donde cualquiera puede pelear sus gallos a voluntad, sin trámites, el visto bueno de terceros, o sangrantes cuotas mensuales, además de echarse una copa, comer confortablemente, o hasta comprar algún recuerdo. Almorzamos e intercambiamos impresiones con el anfitrión y su cordial familia; y, entre postre y cortado, mirando alrededor, con cierto derrotismo y sana envidia, nos decíamos: “pero que bien montado se lo tienen…”
*
Durante el evento tuvimos la oportunidad de mantener una enriquecedora charla con Fran Cabrera, miembro de Los Primos y, coyunturalmente, portavoz del partido Los Llanos de Telde.
El partido fue creado hace ocho años, cuando algunos casteadores jóvenes, adolescentes la mayoría, decidieron constituirlo; hoy lo forman Manuel Acosta Lorenzo (actual presidente), Los Primos, Peña La Valla, Los Socios, Dos Hermanos, Hermanos Acosta Arias, Cuatro Vientos, Raúl Medina, Marcos Medina, Oliverio Velázquez y Peña Higuera Canaria. La edad media de los miembros no supera los veinte, el cargo de presidente se renueva anualmente, todos participan y las decisiones son consensuadas; carecen de cuidador o casa de gallos (cada uno se encarga de la preparación de sus combatientes) y todos saben hacer espuelas. Ante tanta innovación y presupuesta inexperiencia, se entiende porqué sus comienzos fueron difíciles; no se les tomaba en serio y los demás partidos no los consideraban a la hora de competir. Pero a base de perseverancia y buen hacer (además de pico y espuela), han hecho méritos más que suficientes para ser reconocidos y respetados en la tradicionalista sociedad gallística canaria. Por su reñidero, el campo de lucha de Telde, han pasado partidos como Güímar, Telde, Amigos del Sur o Gáldar, con quienes compiten en la liguilla que ganaron el año pasado y han vuelto a ganar este. Han logrado buenas clasificaciones en los campeonatos regionales; uno de sus partidarios, Manuel Acosta Lorenzo, ganó la última edición de El Pollo de Oro, en Lanzarote; y han hecho un buen papel en este IX Campeonato de Casteadores de Gran Canaria.
Quienes tememos por el futuro incierto que deparará a las riñas de gallos en Canarias, siempre estaremos dispuestos a dar apoyo a proyectos e iniciativas que aporten y enriquezcan al mundo de nuestro deporte vernáculo; hoy, desde estas letras, queremos hacer lo propio con este joven gran partido de Los Llanos de Telde.
*
Los próximos días 18 y 19 de junio, en el reñidero de Guamasa, se celebrarán peleas sueltas de pollos y de gallos; y se entregarán los trofeos de la contrata Norte-La Espuela.

Foto: Pepín, con uno de los gallos del capote de Telde a Los Llanos.

**
2º campeonato Verano fin de temporada ORGANIZA GALLERA TAZACORTE.
A CELEBRAR LOS DÍAS 18 Y 19 DE JUNIO DE 2.011.

CONTACTO TFNO. MIGUEL ANGEL: 606435231 MARIO: 677227091

1º.- BASES DEL CAMPEONATO:

a) Cada casteador tendrá que presentar dos gallos.
b) Los pesos oscilarán entre tres libras seis onzas y cuatro libras ocho onzas. (3,6 – 3,8 – 3,10 -3,12 – 3,14 – 4,0 -4,2 – 4,4 – 4,6 – 4,8).
Aquellos gallos que su peso se inferior a 3,6 podrán participar en el peso de 3,6, no pudiendo participar ningún gallo que su peso sea inferior a 3 libras. En el peso de 4,8 podrá participar hasta el peso de 4,12 como máximo.
c) Los gallos sólo podrán pelear con espuelas naturales , postizas de gallo sin límite de tamaño, o plásticas, no siendo permitido ningún otro tipo de espuelas, en caso de duda del origen de las espuelas postizas, será la organización quien decida si deben cambiar o no.
d) Cada casteador deberá estar provisto de las espuelas necesarias de sus gallos..
e) Los gallos tienen que estar atusados al estilo de Canarias, permitiéndose con los muslos pelados.
f) Cada casteador participante tendrá que aportar en el momento del pesaje cincuenta puntos de inscripción para participar y poder optar a los premios del campeonato.
g) Los gallos se emparejarán el 16 de junio de 2.011 a partir de las veinte horas en las instalaciones de la gallera de Tazacorte.
h) El casteador o persona autorizada por él se hará cargo del traslado de los gallos desde las instalaciones de la gallera hasta el lugar donde se celebre el campeonato.
i) Las peleas comenzarán el sábado 18 de Abril de 2.011 en jornada de mañana a partir de las 11:00 horas, tarde 16:00 h. y el domingo en jornada de mañana a las 11:00 horas.
j) Todos los gallos que tengan que pelear en la jornada de mañana del sábado tendrán que estar en el lugar de celebración una hora antes del comienzo, siendo la misma norma para la tarde y el domingo 19 en jornada de mañana.
k) La organización podrá cambiar los horarios de las tandas dependiendo de la participación.
l) En caso de enfermarse algún gallo se dejará a criterio de la organización el poder cambiar dicho gallo. En caso de no poder realizar el cambio se dará como vencedor al contrincante, poniéndole un tiempo de cinco minutos.
m) Los premios serán los siguientes:
- Primer premio: el 65% de la recaudación de las inscripciones y trofeo, al casteador que quede en primer lugar.
- Segundo premio: 10% de la recaudación de las inscripciones y trofeo, al casteador que quede en segundo lugar.
- Tercer premio: trofeo, al casteador que quede en tercer lugar. Y la inscripción.
- Cuarto premio trofeo, al gallo más rápido. Y la inscripción.


2º NORMAS DE LA PELEA:

a) Todos los galleos antes de pelear se lavarán con un algodón humedecido con agua, el cual se pasará por la pluma, espuelas y cualquier parte del cuerpo que el juez estime oportuno, dándole a beber un sorbo de agua con el algodón con que se lavó.
b) Una vez soltados los gallos en la valla, el tiempo comenzará a contabilizar a partir de que los gallos entren en pelea.
c) Cuando un gallo se huye, se parará el cronometro, y se le harán tres pruebas si no entra en pelea perderá la misma.
d) Si un gallo al soltarlo en la valla, no entra en pelea en ningún momento, se dará como vencedor al otro con un tiempo de 5 minutos.
e) Cuando algún gallo de los que están combatiendo se echa por voluntad propia apoyando el pecho en el suelo perderá la pelea.
f) Cuando un gallo deja de pelear a criterio del juez se le pondrá el reloj un minuto; si bate se rompería la cuenta de un minuto pero si transcurre el mismo sin batir perderá la pelea.
g) Cuando los dos gallos se quedan separados sin pelear por estar ciegos por otro motivo, se pondrá el reloj durante un minuto; si transcurrido el mismo ninguno pelea se dará tabla (no se podrá subir a la valla para carear los gallos).
h) Cuando el gallo queda virado de concha con el ala pisada o enganchado, el juez si lo estima oportuno podrá subir a ponerlo de pie o destrabarlo.
i) Los gallos no podrán ser retirados de la valla por ningún tipo de herida (venas, hoyas, etc) ni ninguna otra circunstancia hasta que la pelea finalice, ya que al ser un campeonato cuenta el tiempo de pelea y retirarlos antes puede perjudicar a otro gallero, siendo el juez el único que puede autorizarlo.
j) Será tabla la pelea en la cual ninguno de los dos gallos pueda ganar antes de los 10 minutos.
k) Se contabilizará a cada casteador dos puntos por cada gallo vencedor y un punto por gallo empatado o tabla, así como el tiempo invertido en cada pelea ganada o entablada, a fin de que sean los puntos, minutos y segundos, los que indiquen la supremacía del ganador. En caso de empate a puntos y a tiempo la organización decidirá quien es el campeón.
l) Cualquier circunstancia o norma que no se refleje en estas reglas, quedará a decisión de la organización y las que se produzcan en la valla durante la pelea a decisión del juez.
m) Las decisiones del juez son irrevocables.
n) Todos los casteadores participantes darán por aceptado el contenido de estas normas. Si por cualquier motivo no participaran en el campeonato perderán los puntos de la inscripción y todo derecho a reclamación. Tampoco se podrán retirar gallos una vez casados.
o) El casteador que incumpla las normas del campeonato se le sancionará según
Acuerdo de la organizacion

miércoles, 8 de junio de 2011

Alejo Yánez, patriarca de la afición canaria



En dos ocasiones he intentado ir este último mes a la isla de Gran Canaria, tan solo para fotografiar a Alejo Yánez rodeado de la mucha juventud que se reúne en la gallera de Bolaños, y ponerle a esa foto el título que lleva esta nota. Dificultades de última hora lo impidieron, así que recordamos y celebramos a Alejo con esta imagen de hace no muchas temporadas, donde lo vemos entre al gran Antonio Bolaños y el ya desaparecido Pedro Aguilar.
A sus 95 años, Alejo es, en efecto, el patriarca de la afición canaria. Gallos iban a su nombre ya desde mitad de los años 30, cuando se celebraban las peleas entre joselitos y trianeros en el Circo Cuyás. El aficionado de corazón más enorme que he podido conocer, Alejo fue cuidador en San José y en el partido Sur de Lanzarote en unas temporadas extraordinarias. Dejó luego la cuida –lo que fue en verdad una pena–, pero nunca perdió la afición, siempre colaborando con los partidos y siempre animando a los jóvenes casteadores y cuidadores. Lo conocí en el campeonato lanzaroteño de 2004, y desde entonces me ha unido a él íntima amistad, en mi caso bien teñida de admiración. Al bajarme del barco en el Puerto de la Luz, me lo encontré en su coche, esperando que descargaran todos los regalos que le habían hecho en una isla donde dejó infinidad de buenos recuerdos y aprecios. Porque Alejo ha sido el hombre de la amistad y de la generosidad, fuera en el ámbito gallístico o fuera en su profesión de guarda municipal de la ciudad de Las Palmas. Fue un colaborador decisivo del “Diccionario gallístico de Canarias”, ya que conocía todos los nombres de Gran Canaria y de Lanzarote por los que yo le iba preguntando, durante las bellas excursiones que me brindó por una isla que se me ha ido olvidando. Por todo ello, siempre será poco lo que yo pueda decir de Alejo Yánez, señor de los gallos y persona de veras iluminada.

X Torneo "Pollo de Oro"




Gallino Negro

Alrededor de cuatrocientos aficionados y sesenta casteadores de Lanzarote, Gran Canaria, Tenerife y La Palma se dieron cita los pasados días 4 y 5 de Junio en el Complejo Agroindustrial de Teguise, Lanzarote, donde la gallera residente organizó, con la eficiencia acostumbrada, el X Torneo “Pollo de Oro”, en el que compitieron 182 combatientes de menos de dieciséis meses.
Una vez más se evidenció la supremacía palmera. Destacaron pollos como los de El Tanque, Hnos. Elvira, Los Pescadores, Lope Acosta, Antonio y Juvenal, Daniel y María, Los Amigos, Toño y Jonathan Hernández, Bando Los Perros o Samuel Mateo, pero también tinerfeños de Finca Gomar, el Norte, Salvador Dorta, Las Lajas, Alfonso Oval o Garachico; grancanarios de Manuel Acosta Lorenzo, Cuba Nostálgica, Majo y Limpio o Amigos de Graci; y de La Geria o Francisco Angulo, de Lanzarote.
Se peleó con espuelas plásticas de 40 mm., un tamaño que, a nuestro parecer, sólo beneficia a los animales de gran envergadura: peleadores que se mostraron heridores en el primer tercio de riña, dejaban de ser efectivos en el transcurso de la campaña.
Hubo de todo, riñas buenas y malas; la mejor, sin duda, la de un colorado de Peña El Tanque y un giro de Hermanos Elvira, al que, tras un tiro a tiro de indescriptible efectividad, aquel ganó, remachando en 3:17 minutos, privándole así de un puesto entre los tres primeros de la clasificación, que quedó de esta manera:
1º. Manuel Acosta Lorenzo, de Gran Canaria, con 6 puntos y un tiempo de 7:33 minutos.
2º. Peña El Tanque, de La Palma, con 6 puntos y un tiempo de 9:26 minutos.
3º. La Geria, de Lanzarote, con 6 puntos y un tiempo de 10:30 minutos.
El pollo más rápido fue un giro de Hnos. Elvira, que ganó en 0:29 minutos.
El ganador de la décima edición de este prestigioso torneo, Manuel Acosta Lorenzo, es un joven casteador grancanario, de ascendencia palmera, que actualmente preside Los Llanos de Telde, partido ganador de la liguilla insular, donde, además, ganó el trofeo como mejor casteador.
Mención especial merece el casteador tinerfeño Ramón Pérez (Finca Gomar) que, limitado de medios y preparando él mismo sus pollos, logró un honroso octavo puesto en la clasificación, tras los hegemónicos palmeros.

*
En Teguise nos atendió Pedro Carlos Chacón, presidente del partido, persona amigable y comunicativa, que aboga por la armonía entre los socios como elemento esencial en el buen funcionamiento de su entidad. La casa de gallos de Teguise funciona no solo como gallera, sino como una sociedad recreativa (se paga una cuota anual de 60 €) y celebran todo tipo de eventos: comidas, fiestas, partidas de cartas y dominó...
Tras el torneo, nos mostró las instalaciones de la gallera, verlo para creerlo: ubicada en plena Villa, en un terreno de 15.000 metros cuadrados, el edificio se construyó expresamente para su función; consta de apartamentos para cuidador y ayudante, patio soleado, patio con sombra, gallineros de suelo blando y suelo duro, salón de valla, salón dormitorio para los gallos, enfermería, cocina, tres apartados inmensos, revolcaderos interiores, exteriores, 200 gallineros (bajo techo y exteriores) con aspersión centralizada, en los que el casteador que lo desee puede castear o criar sus gallos, plantación de alfalfa, oficina, salón de reuniones, terraza, máquina expendedora de refrescos, parquin... Además, las relaciones con la administración son cordiales, de hecho, el trofeo al ganador lo entregó el alcalde del municipio.
Del extinto partido de Arrecife tuvimos ocasión de hablar con Aureliano Negrín, una institución en el ambiente gallístico conejero, que se encargó de atender a los casteadores foráneos que dejaron en la gallera los pollos para el torneo. Y con Agustín Perdomo (“Tino”), otro de los socios del partido, con quien compartimos almuerzo a base de pescado fresco de La Graciosa, y que nos habló del incierto futuro de la entidad.
En Lanzarote, hasta finales de la década de los 90, no se casteaba; se alquilaban los gallos en La Palma; allí peleaba la flor y la nata de los casteos insulares, las siete peleas duraban media hora; por el partido capitalino pasaron los cuidadores mas cotizados de Canarias; los gastos mensuales de la casa de gallos eran de mas de un millón de pesetas…
Pero eso terminó, la situación actual no permite esos gastos y, en este partido, no hay quien castee. Hoy, la casa de gallos de Arrecife, una construcción faraónica hecha ex profeso para la cuida del gallo de pelea, permanece cerrada, en silencio.




miércoles, 1 de junio de 2011

Eduardo Pérez de Ascanio





Tal vez el aficionado de más solera con que contamos en Canarias sea Eduardo Pérez de Ascanio. Hijo de un gran casteador, desde la más tierna edad conoció el mundo de los gallos, y ha mantenido la pasión por ese mundo hasta la actualidad. Su partido ha sido siempre el Norte, y no ha habido temporada en que sus gallos –bonitos, y bien enrazados– no hayan sobresalido.
Eduardo Pérez de Ascanio ha sido no solo un extraordinario casteador, sino uno de los últimos verdaderos soltadores de las Islas. Su deportividad nos recuerda a don José Villegas, a quien él por lo demás conoció muy bien. Nunca le hemos visto sobre la valla una mala expresión, ni malas caras, ni marrullería alguna. A él nunca nadie lo podrá llamar “ventajista”. Él sabe que quienes pelean son los gallos, y que las trampas, aunque conduzcan a alguna parte, son indignas de un deporte que siempre quiso ser un deporte de caballeros.
Las dos fotos que presentamos nos muestran a Eduardo Pérez de Ascanio cuando era un zagalote y en esta misma temporada que ahora finalizó. En la primera lo vemos, de derecha a izquierda, con José Bethencourt, el teldense Manuel Betancort, Horacio Pulido, Juan Lissón Lozano (otro gran y nobilísimo soltador), Francisco Dorta (“el Músico”), Pedro Cárdenes, Alonso Castro, el señor Carrillo y, de espaldas, Florencio González (otro bastión de la afición lagunera). Está sacada en el Hotel Aguere, con motivo de un banquete en honor del mayor cuidador canario de todos los tiempos, que aparece dialogando con el inolvidable don Pedro Cárdenes.
La otra imagen la sacó este año Nicolás Lezcano en la gallera del Norte, y el magistral casteador aparece con un canabuey suyo de dos riñas.

Antoñito Martín


Ya que hablamos de maestros de espuelas, y ya que nuestra página quiere homenajear siempre a los grandes aficionados desaparecidos –porque en una verdadera tradición todo sigue viviendo–, qué mejor que evocar a ese maravilloso aficionado que fue Antoñito Martín. Era un puntal de La Espuela, para la que siempre estaba haciendo unos estupendos naifes, como también los hacía Asdrúbal Bethencourt.
A Antoñito Martín lo traté mucho, cuando íbamos a las peleas en los reñideros del Norte, de La Espuela y de Güímar. Solía ir con otro buen aficionado que ya perdió la afición, Monteverde, como lo hacía yo con el fantástico Agustín Morales (“Chicho”), egregio cantor de ópera y personalidad inconmensurable. ¡Qué tiempos ha vivido uno! Acababan las peleas y nos íbamos a almorzar Antonio Casañas, Chicho Morales, Ramón Trujillo... y quien esto escribe, una verdadera insignificancia al lado de ellos, pero a quien ellos trataban con entera simpatía por la pasión que yo mostraba hacia ese incomparable mundo que es el mundo de los gallos.
Pero no nos alejemos de Antoñito Martín. Era un chicharrero puro, maestro de ironía, y sabedor de gallos como el que más, siempre en primera fila de todas las peleas y partidario exaltado de La Espuela. Aquí lo tenemos vestido de gala, y aunque no lo enfocara yo con la presteza debida, se lo ve bien. Y cuánto daríamos por volverlo a ver hoy como entonces.

Víctor Nieves, “el Chamo”


Entre los muchos aficionados suramericanos a los gallos que han irrumpido en el panorama canario de los últimos años, tal vez sean los más valiosos el dominicano Rony Martínez y el venezolano Víctor Nieves, “el Chamo”. Tras unos años en Tenerife, “el Chamo” se estableció en La Palma, donde ha estado con buenos cuidadores y donde este año, al mando del partido de Argual, ha ofrecido una espléndida temporada.
Persona franca y de buen talante, Víctor Nieves es un maestro haciendo espuelas, y aunque este arte lleve camino de hacerse un arte inútil, o sea de desaparecer, siempre es grato encontrarnos con alguien que honra de esta manera su profesión.

(Foto: “el Chamo”, con el gallino de 3 riñas del gran casteador Crispín Rodríguez)